Kevin Mancojo

Diario de a bordo


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La experiencia hace al maestro

Hoy he tenido otra charla en mi antiguo instituto y ha sido genial. De verdad, cada vez salgo más contento de mis ponencias.

Creo que había unos 90 alumnos. A muchos de ellos los conozco, pero aun sin conocerlos, los nervios ya no me ganan en estos casos.

Cuando tenía el ordenador en el «taller» decidí ordenar mis ideas, las que voy contando en las charlas. Lo hice para ver cuál era la mejor forma de hilar todo (siempre improvisaba) y lo curioso es que llegué a ese punto en la penúltima ponencia. Hablé, hablé y hablé, y me di cuenta que todo iba rodado; hacía uso de mi blog, iba de una entrada a otra, puse un vídeo que me daba pie a un tema, etc. Todo encajaba tan bien que aproveché para hacer ese esquema en sucio y por ahora, ese orden cronológico, es el mejor de todos.

He dejado atrás algunas historias para inroducir otras que me surgieron de la nada en las charlas más recientes y que resultan mucho más importantes. Mi tono de voz… es interesante, creo que los alumnos no se dan cuenta, pero lo cambio, y mucho. Inicio muy enérgico con un tono posiblemente más agudo del normal y según pasa el tiempo desciendo poco a poco hasta que los tengo a todos poniendo la oreja. Gesticulo más que algunos que tienen manos (a veces hasta me paso, creo yo). Me muevo con mucha naturalidad por todos lados. Y todas estas cosas ha sido en cuestión de días (en las que tuviera charlas, claro). He notado un cambio tremendo en las últimas, es como si de golpe aprendiera de los errores de las demás.

Y por supuesto, tengo cosas para corregir, pero el cambio ha sido tan brutal que en estas últimas ocasiones hubo un par de personas que se esforzaban en no dejar salir la lágrima. El mero hecho de sentirme yo cómodo y ver que he cambiado mucho en la forma de estar frente al público ya me saca una sonrisa, pero eso de que haya personas que se emocionen… eso para mí era impensable.

Solo explico mi vida y mi filosofía, no soy diferente a los alumnos, solo he vivido unos pocos años más que ellos. No me considero para nada alguien que les tenga que dar una lección, solo alguien que les puede ayudar para hacerles ver que no todo es tan negro como parece.

Quise grabar un poco cómo es un día de charla y bueno… aquí tenéis:


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Mi ausencia estos días

¡Por fin! Sé que me echabais de menos (no tengo abuela), yo también echaba de menos escribir y leer otros blogs. Os explicaré mi ausencia y poco más, quiero ponerme al día poco a poco que estoy más perdido que un buzo en la luna.

No sé si lo dije en otra entrada o en alguno de mis vídeos, pero mi ordenador estaba que explotaba. Los discos duros que tenía estaban llenos, no podía meter vídeos del último viaje. Además me iba muy lento. Así que decidí renovarlo un poco; entregué el pc a una tienda de informática y les comenté más o menos lo que pasaba y lo que quería (más espacio y más velocidad). Encima aproveché para que le pusieran un sistema operativo nuevo. Para aquellos que no entiendan esto último os lo explicaré fácilmente: Windows 7, Mac, Linux… Seguro que habéis oído alguno de estos nombres, pues a mí me han puesto uno de ellos. Ahora me toca instalar ciertos programas, como el editor de vídeos, para poder seguir con mis cosas. Esto me llevará un tiempecito, por eso quiero ir poco a poco y cuando ya esté todo, os pondré al día con ciertas noticias.

No quería comentar nada más, solo era para avisaros. Aunque ya que estoy, la lección de estos días: tengo que desintoxicarme un poco del ordenador. Es mi medio de «trabajo», pero creo que me paso un poquito con él. Ha sido un reto estar tantos días sin publicar algo (la libreta de ideas tiene algunos temas nuevos esperando), viendo vídeos desde el móvil, no poder jugar con amigos, etc. Al menos me he leído un libro (ya publicaré sobre ello) y estoy con otro ya.

¡Ah! Y ya sabéis… Nunca dejéis de sonreír.


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El mundo es tan contradictorio…

El mundo es tan contradictorio… bueno, más bien las personas. A veces pienso que somos como niños que no saben ni lo que quieren, que cambian de bando con mucha facilidad.

Siempre queremos una cosa, pero al final nos decantamos a hacer otra. Nos fascinan las personas que tienen una visión de la vida admirable o incluso personas que superaron problemas muy graves, pero no somos capaces de verlo desde el mismo ángulo, ni siquiera nos planteamos ser capaces de luchar tanto por la vida. Deseamos recorrer el planeta Tierra, descubrir lugares vírgenes o ciudades que nunca duermen, y ni locos se nos ocurriría cambiar de bar. Vemos el optimismo y el bienestar en otros, pero no nos planteamos el hecho de sonreír sin más, porque sí, porque eso a veces basta para alegrar el día. Nos encantaría vivir aventuras parecidas a las de personas que admiramos y no tenemos otra cosa que hacer que pensar en que mañana por desgracia toca trabajar o estudiar. Odiamos ciertas cosas de la sociedad en la que vivimos y curiosamente nos camuflamos entre el resto de las personas como si fuéramos un robot más. Queremos un mundo sin guerras cuando sufrimos la peor de las batallas en nuestro propio hogar. Soñamos con más horas cada día y sin darnos cuenta malgastamos casi todas ellas. Ansiamos nadar entre dinero y después no valoramos el despertarnos cada mañana. Pretendemos llegar a la felicidad cuando disfrutamos devolviendo a los demás el daño que nos hicieron en el pasado. Buscamos la justicia en la sociedad cuando no lo somos con nosotros mismos. Diseñamos nuestro futuro mientras dejamos de vivir el presente. Intentamos amar a los demás, pero es que ni siquiera nos sabemos valorar tal y como somos. Aparentamos ser fuertes y un simple problema nos devora de un solo bocado. Pedimos consejos, pero luego, en el momento dado, los ignoramos. Sabemos cuáles son nuestros problemas y nos encantaría cambiarlos, sin embargo, es más fácil cerrar los ojos y dejar que todo fluya, a pesar del dolor que nos causa…

Las personas somos tan contradictorias que dejamos de vivir en el momento en que dejamos a un lado lo que realmente desearíamos cumplir antes de morir…el camino a elegir


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«Choque de reyes. Canción de hielo y fuego 2»

Aunque no os lo creáis, he seguido leyendo un libro desde que publiqué la última reseña. Pero como podéis intuir, no he tenido tanto tiempo y además hay otro motivo que diré más tarde.

El libro del que hablo es el de «Choque de reyes», el segundo libro de la saga de «Canción de hielo y fuego». Mejor conocida como «Juego de tronos» cuyo autor es George R. R. Martin.

https://i0.wp.com/www.generacionx.es/image/b254983c-ced3-4b90-8b50-55fb6b422d7f.jpg

Como siempre, dejo la sinopsis y después comento un poquito:

Un cometa del color de la sangre hiende el cielo cargado de malos augurios. Y hay razones sobradas para pensar así: los Siete Reinos se ven sacudidos por las luchas intestinas entre los nobles por la sucesión al Trono de Hierro. En la otra orilla del océano, la princesa Daenerys Targaryen conduce a su pueblo de jinetes salvajes a través del desierto. Y en los páramos helados del Norte, más allá del Muro, un ejército implacable avanza impune hacia un territorio asolado por el caos y las guerras fratricidas.

He de decir que el hecho de haber tardado meses en leérmelo no se debe solo a todos los líos que he tenido (como ya dije antes), sino que además se hace muy pesado. Hablé con un par de personas sobre el libro y algunos opinan como yo; se hace eterno. Yo en un principio hice caso a los que me decían: «Vale la pena leerte tantas páginas, acabarás enganchado». Y bueno, ese tipo de frases que me llevaron a empezarlo y a no abandonarlo.

Sin embargo, hubo una época en que ni siquiera leía un capítulo por día. El problema está en que se detallan miles de cosas que no sirven para nada. Y no hablo de nombres, linajes, tierras, ni nada por el estilo, hablo de la inmensa cantidad de datos que dan cuando por ejemplo se disponen a comer los personajes. Poco más y me comía el libro y en el sentido literal.

La trama, los interrogantes que plantean, los diálogos, la ambientación, los paisajes, todo está bien y en su justa medida, con eso no he tenido problema. Te puedes crear el mundo en tu cabeza y empezar a teorizar diferentes futuros. Pero es que los detalles de la comida y de la ropa… y posiblemente se me escapen más cosas sueltas, en cambio esos dos temas me han marcado mucho.

Sinceramente para mí sobran esas cosas, al menos en la inmensa cantidad de esta segunda parte porque en el primero no tuve problemas con esto.

Sea como sea, dejo ya de escribir porque la verdad es que me ha fastidiado bastante este asunto. Los libros que enganchan se los devora uno en días y no en meses…

Ahora que me he quedado a gusto y he repetido mil veces la pega que he tenido, os diré que no es un suspenso para «Choque de Reyes» porque como os dije, el resto está bien y según me han contado hay detalles de los que uno ni se entera y que surgen en los otros libros. Además, siempre te acabas echando unas risas con el «pequeño» Tyrion y eso ya vale la pena.

Espero que con «El nombre del viento» de Patrick Rothguss no me pase esto y pueda ir a por el segundo libro dentro de muy poco.

Y ya sabéis… Nunca dejéis de sonreír.


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#1 Frase de lunes

Desde que me ha dado por darle más valor a algunas frases (tendré que buscarme un cuaderno para apuntarlas), me he planteado el dejaros una cada lunes. Es el primer día de la semana y algunos lo empiezan sin ganas así que, ¿por qué no poner una buena frase que alegre el día o haga reflexionar un poquito?

Y aquí va la primera que es de mi propia cosecha:

«Haz de lo amargo algo dulce.» – Kevin Mancojo

https://lusegz.files.wordpress.com/2014/03/dul.jpg


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Película nº 2: «Los Vengadores 2: La Era de Ultrón»

Antes de irme de viaje me fui al cine y entre unas cosas y otras no me dio tiempo a comentar la película. Se trata de «Los Vengadores: La Era de Ultrón». Imagino que todos la conoceréis, pero por si las moscas haré un (muy) breve resumen:

Un conjunto de superhéroes, formado por Thor, la Viuda Negra, Ojo de Halcón, Iron Man, Hulk y Capitán América, se unen para enfrentarse al enemigo, Ultrón, un programa que había permanecido en un estado latente hasta que Tony Stark (Iron Man) decidió ponerlo en marcha para lograr la paz. La idea sale mal y todos los héroes tienen que unirse para defender el planeta ante los terribles planes de Ultrón.

Dicho esto… soy fan de Marvel, así que me va a ser prácticamente imposible decir algo malo sobre la película. Solo tuve una pega y es que hubo momentos en los que los efectos especiales parecían como superar el límite de las capacidades que tenían para diseñarlos, es decir, se notaba bastante cuando dejaba de ser real. Aunque eso solo ocurre en un par de escenas.

La película es entretenida porque tiene siempre sus toques graciosos: la ironía de Iron Man (que chiste más fácil), el pique que tienen algunos personajes entre sí, incluso Capitán América, que es el líder del equipo, suelta alguna tontería. Y en esta ocasión incluso han metido un poquito de romance entre la Viuda Negra y Bruce Banner (Hulk).

También tengo que mencionar que en esta segunda entrega se conoce un poquito más la vida de algunos de los personajes gracias a los poderes de la Bruja Escarlata, cosa que en la primera no sucedía y creo que ni siquiera nos interesaba. Pero cuando uno empieza a crear lazos con algunas de sus sagas favoritas, esta parte crea como un vínculo más fuerte todavía.

Las peleas, las luchas y las batallas son bestiales, generalmente merecen ser vistas dos veces porque uno acaba perdiéndose algunos detalles, aunque en realidad eso suele pasar en muchas otras. Pero lo que más me agrada es que suelen pasar de un héroe a otro sin parar la cámara para demostrar los distintos tipos de poderes o habilidades que tienen y las combinaciones que son capaces de hacer. No sé si es algo nuevo o ya está más que visto, pero lo descubrí ya en la primera de «Los Vengadores» y me gustó mucho.

Algo que me han comentado otras personas es que al parecer el cómic y la película tienen sus diferencias, ¿pero desde cuándo eso no es así? Además, han conseguido hilar las películas de tal manera que el día de mañana tengamos que verlas todas para comprender bien la historia. Eso para mí ya fue una locura al darme cuenta de ello.

Siento no haber podido ser muy objetivo con esta película, pero es que Marvel… Desde bien pequeñito me gustaban estos héroes.


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La fama y el reconocimiento

Llevo meses escuchando más o menos lo mismo. Desde que abrí el canal en Youtube y desde que me empezó a conocer gente de fuera del pueblo, incluso del país.

Me hablan de fama, en algunos momentos bromean diciendo: «Cuando te hagas famoso acuérdate de nosotros» o «Dame un autógrafo que luego no te acordarás de mí» etc. Frases así llevo escuchando ya bastante tiempo y ¡ojo! no tengo problemas con ellas, para nada. De una manera indirecta me suben la autoestima y me indican que voy por buen camino.

Pero es que ellos me ven ya en la cima, en la cúspide, sin pensar (o tal vez sí lo piensan, pero en otro momento) en cómo he llegado hasta allí. El esfuerzo es el que quiero que se vea y en muchas ocasiones es lo último que se ve.

Una de las cosas que escuché decir a otro chico de Youtube es que la fama lleva al fanatismo y sinceramente, esa palabra para mí significa radicalismo y yo no quiero eso, no quiero que el día de mañana, aquellos que me siguen, bien sea por hacerles reír, por hacerles reflexionar, por hacerles «viajar», digan: «Voy a cortarme los brazos para ser como Kevin». Sin duda que no me gustaría esa actitud… Hay mucho más detrás de mí que solo el físico. He tenido que moverme mucho; recorrer gran parte del pueblo y acercarme a organizaciones, he pedido ayuda a otras personas para crecer o crear alguna de mis ideas, he dado cursos para obtener más conocimientos…

Hablando de esto con una amiga me di cuenta de que el reconocimiento de nuestros esfuerzos depende solo del ámbito en el que se ha tenido éxito, es decir, a mí que me gustan los youtubers, tendré en cuenta todo el trabajo que hay detrás: la edición, las miles de tomas para grabar una escena, la creatividad del guión o del vídeo en sí, etc. En gran parte es así, aunque yo intento ver el duro trabajo en todos los ámbitos posibles.

Cuando las personas que me vienen con las frases que mencioné antes les hago una rápida explicación con una comparación (toma pareado): «Yo no quiero ser una Belén Esteban, yo quiero ser un Albert Einstein». Esa es mi respuesta y es entonces cuando se dan cuenta de lo que quiero explicar. Al contarle esto a mi amiga, me dijo que la reina del pueblo (o como narices la llamen) también se esforzó en su momento para llegar donde ha llegado. Sin duda se esforzó… no tiene vida privada. La diferencia entre ella y los personajes históricos es que posiblemente lo de ellos es más digno que lo de ella.

Quiero seguir mi camino, quiero seguir ayudando a los demás y en cierto modo me gustaría llegar lejos para poder ayudar mucha más gente todavía. Espero que el día de mañana, cuando yo ya no esté, el mundo recuerde mi nombre por lo que hice. Si esto después se considera fama… pues lo asumiré, pero aquellos que realmente me conozcan sabrán que ese no era mi objetivo y que hubo muchos escalones que tuve que subir.

Todo esto y más lo explico en un vídeo que hice al respecto. Tenía ganas de soltarlo y aproveché para grabar (espero que os guste mi buhardilla).